viernes, septiembre 24, 2010

CIELO E INFIERNO





CIELO.

Cielo…lugar de amor verdadero.
Los séptimos cielos a la suprema felicidad
el primer cielo, perteneciente al aire
las amigas unidas de algodón
segundo cielo, los espacios de los astros
esferas de colores, fugaces y galaxias,
ultimo cielo, la mansión de la Misericordia
antorcha de las profundidades del amor
momentos de transición de la muerte
esperan, las luces de rocío
aromas que elevan el espíritu
examen, ya decidido
entre una sola frontera
el amor y el odio
el concierto, un buen director
muchos privilegios de cualidades
regalos de aptitudes, intuición,
en inteligencia y moralidad,
vía al progreso de gran Luz.

Infierno…sólo me asomo.
Terrores de los infinitos temores,
escalofriantes extremo, intensidad
cuevas sin suelos de subsuelos,
profundamente oscuros en desesperación
un descompuesto pantano
dolorosamente agudo
ni las guerras la superan
el innombrable del perfecto mal
conjunto de lamentos continuos
te robaste sin pudor a los siervos de Dios
rey de las tinieblas del sufrimiento
ni la noche te perdona
ni el invierno mas crudo del planeta
dolor inexplicable
dañino al profundo
en los pecados feudales implícitos
sequedad de naturaleza
ni las ramas y hojas secas
descara capas de pieles, poco a poco
mas intensa la mortificación
gritos de errores y arrepentidos
rescate del alivio de Arcángel San Miguel
al poder de Dios, en la sabiduría.

Cielo…he vuelto felizmente.
Abundancia.
Las mariposas de nieve de la Luz,
rítmico azules, celestes y blancos,
permanezco eternamente, en la fe
el dolor inexistente
relajante a sus sentidos
danzan las hojas frescas
Reino del Único Adorable
espléndido dorado, rodeado de intensa caridad
transparentes andantes del brillo
espíritus extremadamente evolucionados
seres de luz de la providencia
habitan la Providencia de la Trinidad
salmos y cantos de protección
…La Bondad.

Patricia C. Montoya Olivares

Valparaíso, 21 de Junio del 2010

lunes, mayo 03, 2010

A MI PADRE UNIVERSAL.


 
Patricia Montoya Olivares


Soy una humilde hormiga,
camino en la vida con fortaleza
Mis pequeños pies y manos dan para mucho
mis pulpas impulsan al crecimiento
Padre me has amparado
con tus alas de palabras
las convivencias de amistades
Tu magnífica comprensión me acompaña;
¡tanto me has dado!
La vida me ha quitado ideales
Usted me repone el pensamiento unánime,
no hay palabras de resentimientos de amor
sólo el sentir de mi corazón y espíritu.

La templanza de la sabiduría
día a día, sé que me refugio en Ti
Siento, huelo, escucho sólo a Ti
cuando un enemigo se acerca
Tú, protección y aliento de la bondad,
me acurruca como el nacimiento del origen.

Seré tu tierna hormiga
dando un paso en esta vida,
dando un gran paso en los prados espirituales,
corrigiendo la ayuda de lo cercano,
el error convertido en enseñanza.
La experiencia crea la genialidad
dejando la longeva, la cercanía a Ti.

domingo, enero 17, 2010

HUELLAS DE ARCO IRIS





Son las manos inertes, manos inexistentes.
Es la boca que pinta estupendas figuras.
De arco iris son las huellas, de los pies refulgentes.

Las vueltas de la vida o de la providencia;
no quisieron que fueran o que no respondiesen
las órdenes del amo, sin perder la paciencia.
¡No! Siempre le dirían, por mucho que insistiesen.
Al Señor suplicando, van pidiendo clemencia.
Estando requeridas, nunca se hacen presentes
y aunque del mundo ausentes, por siempre deseadas.
Negando sus caricias y palpar a las gentes;
anheladas serán, por demás bien amadas;
son las manos inertes, manos inexistentes.

La instancia de la vida, la expresión del artista;
acabarse no pueden, con una humillación.
Si las manos no pueden, no harán que desista;
la risa de los labios cumplirán la función.
Con el canto lejano, van al son de la vista,
plasmando los colores de las luces más puras;
lápiz y carboncillo, paleta y pinceladas,
lograrán excelencia y mayores finuras.
Además las ojeadas dirán entusiasmadas:
“Es la boca que pinta estupendas figuras”.

Van adonde apetecen, bailan la melodía;
matizando expresiones, suben a la realeza.
Suyos, lo primoroso; del color, la armonía.
Suyos también la luz, la sombra y la rareza.
Música es su pintura, sublime poesía.
De azul y de alhelí, los amores ausentes;
de púrpura y de rosa es el nuevo amor;
de argentino satén son las novias esplendentes,
porque en el lienzo plasman cielo multicolor;
de arco iris son las huellas, de los pies refulgentes


Ítalo Violo