domingo, noviembre 30, 2008


LO QUE QUISISTE

Señor
No quisiste que yo fuera Moisés
Pero miro hacia la Montaña Sagrada
Y puedo ver el fuego de tu Deidad
Veo tu dedo glorioso esculpiendo la piedra
Eterna Ley para los hombres

No quisiste que yo fuera Abraham
Pero soy estrella entre su descendencia
Integrante de la estirpe de David
Hermanada a la Divina Promesa
Clavada en la Cruz de Redención

No quisiste que yo fuera un apóstol
Pero me diste renovado entendimiento
Después de atravesar el desierto
Después de emerger del Jordán
Con nueva vestidura salvada de las aguas

Quisiste que sea tu hija
Rescatada de la muerte profunda
Resucitada del hondo y negro pozo
De tinieblas y aguas oscuras
Para vivir respirando tu Luz



Elena Montaner Sepúlveda




SENDA DE ORO

Padre Eterno
¡Qué grandiosa es tu creación!
Derramaste tu grandeza
Sobre la faz de la Tierra
Y nos creaste semejantes a Ti

¡Qué grandiosa es tu Gracia!
Imposible calcular su dimensión
Nos regalaste dones maravillosos
De tu Hijo Amado encarnado
En piel carne y huesos de Hombre

¡Qué grandioso es tu Amor!
No tiene tiempo ni espacio
Lo pusiste como gotas de rocío
En delicada flor
En gotas de sangre sobre una Cruz

¡Qué grandiosa es tu Misericordia!
Es infinita en tu mirada de Padre
Es refrescante el seco desierto
De nuestra vida de pecado
Es como miel del panal de tu Amor

¡Qué grandioso es tu Pensamiento!
Regalado en tu Verbo Sagrado
Diálogo eterno en este camino
Hacia la eternidad de tu Reino
Senda de oro hacia Celestial Jerusalem


Elena Montaner Sepúlveda

sábado, noviembre 22, 2008


NI PLATA NI ORO

I.
De las innumerables espigas
de los campos del mundo
Tú Niño Dios eres la más dorada

Fuiste triturado
por nuestra salvación
y hoy Pan de consuelo
alimentas las almas atribuladas

II.
Angélicas voces
anuncian tu natividad
Príncipe de Paz

Trae célica calma
a este mundo que muere

III.
Las suaves caricias
de la Virgen madre
La admiración del venerable carpintero
y el cálido aliento de los animales
fueron arrullo para nuestro Señor

IV.
El asno humilde acompañó al santo Bebé
en sus primeras jornadas
Hasta los más insignes dejaron sus palacios saberes y riquezas para rendirse a Ti

V.
Carezco de ciencia y arte
sólo tengo la fe
que Tú Niño Inmenso
me regalaste en la mirada


Iván Tapia
CONVERSACIÓN

Hay un momento infinito
en que lo sublime se encuentra
con lo cotidiano
Hay un instante que puede ser eterno
cuando la eternidad extiende
su mirada a este mundo
puerta abierta al oscuro insondable
Llega ese precioso momento
e inunda toda el alma
del que se atreve a tocar
el velo de lo eterno

Suelo caminar por veredas solas
transitar por caminos
no hollados por la planta del ciudadano normal
Suelo incursionar en pasajes ocultos
para encontrarme con Aquél
que habita el universo inefable
el de la mirada que traspasa
ese de los poderosos pasos
el eterno Autor de la vida
y preguntar
¿me acompañas Señor?

En verdad son muchas las preguntas
son tantos los misterios revelados
pero su sencillez es tal
que prefiere la humildad del silencio
y la pobreza de ser invisible
para conversar con los hombres


Iván Tapia
UN 10 DE ENERO


En el patio todavía
el pesebre habla
con sus figuras blancas
de yeso milenario

Aquí están los amigos
antiguos visitantes
extranjeros olvidados

Humanas conversaciones
que antaño me llevaron
por depósitos de amor

Se ha perdido todo
nada permanece
Por lo menos queda
el remanente fiel
que anhela el lirio
de tu Palabra


Iván Tapia