domingo, enero 17, 2010

HUELLAS DE ARCO IRIS





Son las manos inertes, manos inexistentes.
Es la boca que pinta estupendas figuras.
De arco iris son las huellas, de los pies refulgentes.

Las vueltas de la vida o de la providencia;
no quisieron que fueran o que no respondiesen
las órdenes del amo, sin perder la paciencia.
¡No! Siempre le dirían, por mucho que insistiesen.
Al Señor suplicando, van pidiendo clemencia.
Estando requeridas, nunca se hacen presentes
y aunque del mundo ausentes, por siempre deseadas.
Negando sus caricias y palpar a las gentes;
anheladas serán, por demás bien amadas;
son las manos inertes, manos inexistentes.

La instancia de la vida, la expresión del artista;
acabarse no pueden, con una humillación.
Si las manos no pueden, no harán que desista;
la risa de los labios cumplirán la función.
Con el canto lejano, van al son de la vista,
plasmando los colores de las luces más puras;
lápiz y carboncillo, paleta y pinceladas,
lograrán excelencia y mayores finuras.
Además las ojeadas dirán entusiasmadas:
“Es la boca que pinta estupendas figuras”.

Van adonde apetecen, bailan la melodía;
matizando expresiones, suben a la realeza.
Suyos, lo primoroso; del color, la armonía.
Suyos también la luz, la sombra y la rareza.
Música es su pintura, sublime poesía.
De azul y de alhelí, los amores ausentes;
de púrpura y de rosa es el nuevo amor;
de argentino satén son las novias esplendentes,
porque en el lienzo plasman cielo multicolor;
de arco iris son las huellas, de los pies refulgentes


Ítalo Violo